¡Queridos/as compañeros/as!
Os queremos mandar unos poemas que hemos hecho con todo nuestro cariño y esfuerzo. Deseamos que os gusten y os interesen los temas de los que tratan. Son poemas espontáneos pero bien preparados. Nos han gustado mucho vuestros poemas visuales. Os lo decimos otra vez.
También nos ha gustado mucho la idea de la Gymkhana de Celestina y las fotografías que habéis colgado en el blog. Nos gustaría que en nuestro instituto también propusieran actividades así, tan interesantes como esta, y que todos participaran.
Un saludo con todo nuestro cariño. Esperamos que esta página siga yendo a más.
Muchas gracias por todo.
ESA NIÑA GUAPA
Esa niña de ojos marrones,
Esa niña que vale millones.
Yo la quiero como nunca
Quise a nadie.
Yo a ti te quiero,
Niña de mis amores.
Carlos Javier Leal Hidalgo
EL AMOR Y LA CONPARACION
El mar es el cielo de la tierra
la tierra es el corazón del mundo.
El mundo es una aventura de amor.
El amor es algo inexplicable.
Entre los dos pasillos hay una amargura.
La amargura del mar.
La amargura de la tierra.
La amargura del amor.
Pero “Amor sin amor no es amor”
EL AMOR NO CORRESPONDIDO
Entre tú y yo solo
nos separan las palabras.
Es algo imposible pero
Quizás cierto.
El futuro es el reflejo
de la vida.
El campo florecido.
El mar embravecido.
Luz que cae del cielo
Entre el fuego.
Hace el deseo de tenerte.
Sin yo ser correspondida.
Emilia María Murillo Bejarano
EL TIEMPO
Miro por la ventana,
una tempestad va a cesar,
me quedo mirando a las nubes que
pronto por el lejano horizonte,
se van sin avisar.
La brillante luz del sol,
vuelve a brillar,
los pájaros comienzan a cantar
y a volar sin cesar,
un ligero viento comienza a soplar.
Pronto comienza a anochecer,
todo se queda en silencio,
y de repente comienza a llover.
Estoy triste,
todo el día en casa sin poder salir
miro de nuevo por la ventana y lo veo todo gris.
Me aburro y comienzo a leer,
me quedo dormido,
a la mañana siguiente,
cuando me levanto luce el sol,
hace un día muy bonito
Francisco Javier Robles Fernández.
EL ENAMORAMENTO
La gente cree en ti,
yo no te he buscado
pero si un día te conocí¬.
Dicen que estar enamorado
es fácil de sentir.
Mucha gente lo ha encontrado
y se sienten feliz.
El día que me haya enamorado
lo podrá vivir.
EN LA PLAYA
El agua está impresionante,
la orilla llena de arena,
el sol se muestra radiante...
Todo esto eres tú quien lo llena.
Tú y yo aquí¬ somos dos navegantes,
pero tú brillas en ella.
¿TE GUSTARÍA QUE ACABARA?
Las flores comienzan a salir,
son frescas y preciosas,
su olor es dulce,
aunque son todas distintas,
reflejan a la naturaleza,
cada una a su manera.
Los pájaros comienzan a cantar,
vuelan felices y libres
como el propio mar.
Un dí¬a todo esto se acabará
¿por qué será?
Los culpables y responsables somos nosotros,
debido a que contaminamos compulsivamente
y sin necesidad.
¿Tú tienes la conciencia tranquila?
¿Nos ayudas a mejorar?
María Teresa Benítez López
LA PRINCESITA
El día que te conocí
tu preciosa mirada
se me quedo clavada
ahí mismo me enamoré de ti
En aquel día
tu me clavaste una espina
profunda como una astilla
cada mañana me levanto sintiendo que eras mía
EL CAMPESINO
Ajos como fieras
cebollas como piedras
lechugas naranjas
uvas negras como
el corazón de una higuera
en la que un campesino
se encuentra sin vino
Francisco Gómez Gómez
lunes, 9 de junio de 2008
jueves, 15 de mayo de 2008
PEQUEÑO RELATO
Este es un pequeño relato que se nos ocurrió después de realizar la entrevista con Eugenio Peligros. Nos dio permiso para que escribiéramos sobre él siempre y cuando no dejáramos en mal lugar su reputación de hombre honesto, honrado, justo, leal y fiel a la poesía y a sí mismo. La idea es de los alumnos, aunque en la redacción final hemos participado todos un poco.
Eugenio Peligros, un poeta indigente al que conocí no hace mucho, ha sido galardonado por el Premio Nacional de Literatura. Pero a la entrega del premio, a la que debía asistir con ropa nueva y bien acompañado, decidió no ir. Su hermano, un bien situado hombre de negocios, le recriminó su actitud de desprecio hacia tal reconocimiento.
—¿Cómo puedes rechazar un premio? ¿Es que lo desprecias todo?—preguntaba su hermano molesto.
—No desprecio el premio—aclaró al hermano—. Lo que desprecio es su mascarada. Desprecio que tenga que disfrazarme de lo que no soy para recibir un premio por la poesía que escribo, que ataca precisamente toda esa pompa y ese boato—argumentaba Eugenio—No soporto fingir que tengo una esposa cuando no la tengo ni la quiero.
—Pero, ¿qué te cuesta fingir por unas horas?—le preguntó su hermano—. Recoges el premio, dices unas palabras, les pones buena cara, les sonríes,…
—No, no y no. Tú no lo entiendes. No has entendido nunca y nunca lo entenderás—replicó Eugenio a su hermano—. No entiendes que haya gente que no tenga precio.
Cuando yo lo conocí vagabundeaba por las calles con una botella vacía en la mano, se tambaleaba y hablaba solo. Llevaba un abrigo dos tallas más pequeña que había cogido de un contenedor y unos zapatos con las suelas despegadas. Deambulaba sin rumbo por la ciudad: por el puente, la mezquita, la judería, las avenidas y los bulevares. Dormía en los bancos de los parques, las paradas de autobús o los cajeros automáticos.
Era un indigente, un vagabundo, pero era auténtico, un genio. Y escribía unos versos preciosos. Le pregunté cómo era indigente escribiendo lo que escribía. Y me respondió que porque le daba la gana.
Esta mañana me ha telefoneado al móvil desde una cabina. Ha sonado y mis alumnos me han regañado. He salido del aula un momento.
—¿Has oído lo que me quiere hacer mi hermano?—me ha preguntado.
—No.
—Quiere meterme en un manicomio. Recibir el premio por mí y quedarse con la dotación.
Eugenio Peligros, un poeta indigente al que conocí no hace mucho, ha sido galardonado por el Premio Nacional de Literatura. Pero a la entrega del premio, a la que debía asistir con ropa nueva y bien acompañado, decidió no ir. Su hermano, un bien situado hombre de negocios, le recriminó su actitud de desprecio hacia tal reconocimiento.
—¿Cómo puedes rechazar un premio? ¿Es que lo desprecias todo?—preguntaba su hermano molesto.
—No desprecio el premio—aclaró al hermano—. Lo que desprecio es su mascarada. Desprecio que tenga que disfrazarme de lo que no soy para recibir un premio por la poesía que escribo, que ataca precisamente toda esa pompa y ese boato—argumentaba Eugenio—No soporto fingir que tengo una esposa cuando no la tengo ni la quiero.
—Pero, ¿qué te cuesta fingir por unas horas?—le preguntó su hermano—. Recoges el premio, dices unas palabras, les pones buena cara, les sonríes,…
—No, no y no. Tú no lo entiendes. No has entendido nunca y nunca lo entenderás—replicó Eugenio a su hermano—. No entiendes que haya gente que no tenga precio.
Cuando yo lo conocí vagabundeaba por las calles con una botella vacía en la mano, se tambaleaba y hablaba solo. Llevaba un abrigo dos tallas más pequeña que había cogido de un contenedor y unos zapatos con las suelas despegadas. Deambulaba sin rumbo por la ciudad: por el puente, la mezquita, la judería, las avenidas y los bulevares. Dormía en los bancos de los parques, las paradas de autobús o los cajeros automáticos.
Era un indigente, un vagabundo, pero era auténtico, un genio. Y escribía unos versos preciosos. Le pregunté cómo era indigente escribiendo lo que escribía. Y me respondió que porque le daba la gana.
Esta mañana me ha telefoneado al móvil desde una cabina. Ha sonado y mis alumnos me han regañado. He salido del aula un momento.
—¿Has oído lo que me quiere hacer mi hermano?—me ha preguntado.
—No.
—Quiere meterme en un manicomio. Recibir el premio por mí y quedarse con la dotación.
lunes, 21 de abril de 2008
Gymkhana en la semana cultural
EL IES VALLE DEL ANDARAX, con motivo de la Semana cultural ha realizado una gymkhana medieval sobre La Odisea, en la que aunamos lo lúdico y lo didáctico para promover a los clásicos.
Los alumnos y las alumnas eran Ulises y para volver a casa deberán salvar más de un obstáculo. Con la ayuda de sus hombres y su destreza conseguiran no superar a los monstruos, no perder la memoria, o no caer bajo el encanto de las sirenas, entre otras pruebas, tuvieron que transcribir del griego, conseguir materiales preciosos, resolver acertijos, averiguar adivinanzas, pelear con el cíclope...leer poemas y demostrar su habilidad y su inteligencia.
Disfrutamos de la experiencia de viajar en el tiempo y en el espacio guiados por Homero tal y como hacemos cuando leemos un buen libro. Os invitamos a ver algunas de las fotos, esperamos que os gusten.
Los alumnos y las alumnas eran Ulises y para volver a casa deberán salvar más de un obstáculo. Con la ayuda de sus hombres y su destreza conseguiran no superar a los monstruos, no perder la memoria, o no caer bajo el encanto de las sirenas, entre otras pruebas, tuvieron que transcribir del griego, conseguir materiales preciosos, resolver acertijos, averiguar adivinanzas, pelear con el cíclope...leer poemas y demostrar su habilidad y su inteligencia.
Disfrutamos de la experiencia de viajar en el tiempo y en el espacio guiados por Homero tal y como hacemos cuando leemos un buen libro. Os invitamos a ver algunas de las fotos, esperamos que os gusten.
miércoles, 2 de abril de 2008
ENTREVISTA A EUGENIO PELIGROS
ENTREVISTA A EUGENIO PELIGROS
(POETA INDIGENTE)
ALUMNOS: ¿Cuándo empezó usted a escribir poesía?
EUGENIO PELIGROS: ¡Uff! Yo creo que desde que tenía uso de razón escribo poemas. No sé…a lo mejor me pasó algo cuando estaba en la escuela y ahí empecé a escribir. Pero si os digo la verdad ya no me acuerdo. Hace tantos años…me cuesta acordarme de lo que hago cada día, fíjate lo que será acordarme tanto tiempo atrás.
AA: ¿Quién le enseñó el primer libro de poemas?
E. P: Sí, mira, de eso si que me acuerdo…¡Umm…! Yo creo que en eso si que tuvo mucho que ver mi prima, que era más grande que yo y estaba un par de cursos más adelantada. Cuando yo iba a su casa a jugar con su hermano, que si era de mi edad, me metía en su cuarto a escondidas cuando no había nadie…No te voy a decir para qué… y un día miré en sus libros. Tenía un libro de Manuel Machado. Me parece que era Alma. Lo abrí y leí unos versos. No recuerdo cuáles. Pero sí que el primer poeta que leí fue Manuel Machado.
AA: ¿Escribía poemas en el colegio?
E. P: Sí. Ahora me acuerdo. Fue Don Federico, un maestro que tuve en primaria. Él terminaba la semana leyendo unos versos al final de la última clase. A mí me encantaba escucharlo. A mis compañeros no. Estaban deseando que tocara la campana para salir a jugar al fútbol. Pero a mí no degustaba el fútbol. Me gustaba como sonaban las palabras en aquel hombre, ¿sabéis? (HACE UNA PAUSA) Nunca he escuchado yo a nadie recitar como Don Federico. Un día nos leyó el Canto Espiritual de San Juan de la Cruz. Me parece que ese fue el día que decidí que yo quería hacer lo que hacían los poetas.
AA: ¿Cuál es su poeta favorito?
E. P: ¡Uff…! Muchos. Y además van cambiando. A veces me gusta Bécquer más que nadie y lo entiendo más que a nadie. Otras veces me gusta Rubén Darío, Luis Cernuda… También me gustan poetas extranjeros, ¿ehh…? Por ejemplo me encanta Heine, que es alemán o T. S. Eliot, que es americano. Y últimamente he leído a Bukowsky, que es también americano, y que me lo regaló un hombre amigo mío que tiene un quiosco de prensa y llevaba con el libro lleno de polvo en una estantería un montón de tiempo. Así, que me dijo: “Compadre, para que se lo coman las palomas, llévatelo tú que lo vas a leer”. ¡Jajaja! (SE RÍE SEGURAMENTE RECORDANDO ALGUNA ANÉCDOTA CON EL QUIOSQUERO). Cada vez que paso me pregunta: “¿Por qué página vas?”. ¡Jajaja!
AA: ¿De dónde saca los libros?
E. P: Bueno… de varios sitios en realidad. Algunos me los regalan como el que os he dicho, otros los tenía yo antes de quedarme en la calle y se vinieron conmigo, otros los he robado…Sí, los he robado. Al pasar por una feria del libro o a los estudiantes que se sientan en las terrazas de los bares… Yo creo que soy la única persona de este mundo que roba libros.
AA: ¿Dónde guarda los libros?
E. P: En el mejor sitio del mundo. ¡Jajaja! (SE RIE RECORDANDO ALGUNA SITUACIÓN) Me los guarda una mujer mayor que vive sola en su casa. Para que no se me mojen, porque yo creo que los dejo en una papelera o en lo alto de un banco y no se los lleva nadie…A no ser que haya otro loco como yo. ¡Jajaja!
AA: ¿Qué piensa de la poesía hoy en día?
E. P: De la poesía hoy en día pienso que sigue siendo el pan que me alimenta para seguir vivo…porque lo que es del otro pan… Eso es: mi primer pan, mi primer amor. Y yo siempre le he sido fiel. Es lo único a lo que le he sido fiel. ¡Oye! Y seguiré, ¿ehh? (BREVE PAUSA) Ahora si me preguntáis por la poesía que se hace ahora... la verdad que no tengo ni idea, porque esa se difunde en Internet, en la televisión… y no en los libros. Y yo, la verdad, esos adelantos no los manejo. Pero hace un par de años hubo en Córdoba un encuentro de poetas noveles, que recitaban por las calles. Y, la verdad, había alguno que me gustaba. Lo que pasa es que los que me gustaban hacían una poesía muy parecida a la que a mí me gusta y a la que he leído toda la vida.
AA: Muchas gracias. Ha sido un placer compartir estas palabras con un verdadero poeta del siglo XXI.
E. P: ¡Ah! ¿Ya estamos en el siglo XXI? ¡Jajaja! (SE BURLA). No hay de qué. Ha sido un placer. Y ya sabéis donde me tenéis para lo que queráis.
(POETA INDIGENTE)
ALUMNOS: ¿Cuándo empezó usted a escribir poesía?
EUGENIO PELIGROS: ¡Uff! Yo creo que desde que tenía uso de razón escribo poemas. No sé…a lo mejor me pasó algo cuando estaba en la escuela y ahí empecé a escribir. Pero si os digo la verdad ya no me acuerdo. Hace tantos años…me cuesta acordarme de lo que hago cada día, fíjate lo que será acordarme tanto tiempo atrás.
AA: ¿Quién le enseñó el primer libro de poemas?
E. P: Sí, mira, de eso si que me acuerdo…¡Umm…! Yo creo que en eso si que tuvo mucho que ver mi prima, que era más grande que yo y estaba un par de cursos más adelantada. Cuando yo iba a su casa a jugar con su hermano, que si era de mi edad, me metía en su cuarto a escondidas cuando no había nadie…No te voy a decir para qué… y un día miré en sus libros. Tenía un libro de Manuel Machado. Me parece que era Alma. Lo abrí y leí unos versos. No recuerdo cuáles. Pero sí que el primer poeta que leí fue Manuel Machado.
AA: ¿Escribía poemas en el colegio?
E. P: Sí. Ahora me acuerdo. Fue Don Federico, un maestro que tuve en primaria. Él terminaba la semana leyendo unos versos al final de la última clase. A mí me encantaba escucharlo. A mis compañeros no. Estaban deseando que tocara la campana para salir a jugar al fútbol. Pero a mí no degustaba el fútbol. Me gustaba como sonaban las palabras en aquel hombre, ¿sabéis? (HACE UNA PAUSA) Nunca he escuchado yo a nadie recitar como Don Federico. Un día nos leyó el Canto Espiritual de San Juan de la Cruz. Me parece que ese fue el día que decidí que yo quería hacer lo que hacían los poetas.
AA: ¿Cuál es su poeta favorito?
E. P: ¡Uff…! Muchos. Y además van cambiando. A veces me gusta Bécquer más que nadie y lo entiendo más que a nadie. Otras veces me gusta Rubén Darío, Luis Cernuda… También me gustan poetas extranjeros, ¿ehh…? Por ejemplo me encanta Heine, que es alemán o T. S. Eliot, que es americano. Y últimamente he leído a Bukowsky, que es también americano, y que me lo regaló un hombre amigo mío que tiene un quiosco de prensa y llevaba con el libro lleno de polvo en una estantería un montón de tiempo. Así, que me dijo: “Compadre, para que se lo coman las palomas, llévatelo tú que lo vas a leer”. ¡Jajaja! (SE RÍE SEGURAMENTE RECORDANDO ALGUNA ANÉCDOTA CON EL QUIOSQUERO). Cada vez que paso me pregunta: “¿Por qué página vas?”. ¡Jajaja!
AA: ¿De dónde saca los libros?
E. P: Bueno… de varios sitios en realidad. Algunos me los regalan como el que os he dicho, otros los tenía yo antes de quedarme en la calle y se vinieron conmigo, otros los he robado…Sí, los he robado. Al pasar por una feria del libro o a los estudiantes que se sientan en las terrazas de los bares… Yo creo que soy la única persona de este mundo que roba libros.
AA: ¿Dónde guarda los libros?
E. P: En el mejor sitio del mundo. ¡Jajaja! (SE RIE RECORDANDO ALGUNA SITUACIÓN) Me los guarda una mujer mayor que vive sola en su casa. Para que no se me mojen, porque yo creo que los dejo en una papelera o en lo alto de un banco y no se los lleva nadie…A no ser que haya otro loco como yo. ¡Jajaja!
AA: ¿Qué piensa de la poesía hoy en día?
E. P: De la poesía hoy en día pienso que sigue siendo el pan que me alimenta para seguir vivo…porque lo que es del otro pan… Eso es: mi primer pan, mi primer amor. Y yo siempre le he sido fiel. Es lo único a lo que le he sido fiel. ¡Oye! Y seguiré, ¿ehh? (BREVE PAUSA) Ahora si me preguntáis por la poesía que se hace ahora... la verdad que no tengo ni idea, porque esa se difunde en Internet, en la televisión… y no en los libros. Y yo, la verdad, esos adelantos no los manejo. Pero hace un par de años hubo en Córdoba un encuentro de poetas noveles, que recitaban por las calles. Y, la verdad, había alguno que me gustaba. Lo que pasa es que los que me gustaban hacían una poesía muy parecida a la que a mí me gusta y a la que he leído toda la vida.
AA: Muchas gracias. Ha sido un placer compartir estas palabras con un verdadero poeta del siglo XXI.
E. P: ¡Ah! ¿Ya estamos en el siglo XXI? ¡Jajaja! (SE BURLA). No hay de qué. Ha sido un placer. Y ya sabéis donde me tenéis para lo que queráis.
viernes, 14 de marzo de 2008
POEMAS DE EUGENIO PELIGROS
Los bares parroquianos y
El aguardiente. Me arde la garganta
Con un agua que toca mis dientes
La cara de los clientes:
En angustias difusas. Difuminada angostura
De mi corazón con hambre
La piel como la de las estatuas:
Enferma de tiempo. Enfrentamiento taciturno
De la piel con la entraña
Todos aguardan en silencio
Pero hay cataclismo en sus ojos. Bebo aguardiente de silicio
Para catapultar el camino
Tienen brazos como troncos
Que se aferran a sus vasos. Con el frío abarco todos
Los trozos y los pedazos
La tarde sigue escapando
Por extractores de humo. Es tarde para extirparme
Las escamas del pellejo
Y pasa de largo el futuro
Y nadie lo saluda. La salud es un infundio
Que pasa del pobre y no ayuda
Y otra vez cambian postura
Acomodándose al taburete. Me apuesto el cambio del café
Con camareros de tabernas
Pero la noche es inminente.
Este es el segundo poema que nos dio Eugenio Peligros. Y nos costó más trabajo conseguirlo, porque tuvimos que buscarlo en Córdoba y cuando nuestro profe fue allí, no lo encontró en el sitio en el que lo vimos nosotros cuando nos dio el otro poema la otra vez. A nuestras manos llegó escrito en la parte de atrás de un folio de publicidad con boli de dos colores porque uno se le había quedado sin tinta y lo terminó con otro. Intentamos por todos los medios colgarlo así, pero al escanearlo no se veía bien. Por eso lo hemos pasado a ordenador que se entiende más claro.
Estamos preparando una entrevista para que nuestro profe se la de un día que vaya a Córdoba y la recoja después con las respuestas de Eugenio Peligros. Queremos escribir al periódico “Córdoba” para que publique a este hombre que nos gusta tanto, como sus poemas. Seguiremos en contacto.
Abrazo fuerte de vuestros compañeros del IES Cecilio Jiménez de El Viso de Córdoba. Hasta la próxima.
El aguardiente. Me arde la garganta
Con un agua que toca mis dientes
La cara de los clientes:
En angustias difusas. Difuminada angostura
De mi corazón con hambre
La piel como la de las estatuas:
Enferma de tiempo. Enfrentamiento taciturno
De la piel con la entraña
Todos aguardan en silencio
Pero hay cataclismo en sus ojos. Bebo aguardiente de silicio
Para catapultar el camino
Tienen brazos como troncos
Que se aferran a sus vasos. Con el frío abarco todos
Los trozos y los pedazos
La tarde sigue escapando
Por extractores de humo. Es tarde para extirparme
Las escamas del pellejo
Y pasa de largo el futuro
Y nadie lo saluda. La salud es un infundio
Que pasa del pobre y no ayuda
Y otra vez cambian postura
Acomodándose al taburete. Me apuesto el cambio del café
Con camareros de tabernas
Pero la noche es inminente.
Este es el segundo poema que nos dio Eugenio Peligros. Y nos costó más trabajo conseguirlo, porque tuvimos que buscarlo en Córdoba y cuando nuestro profe fue allí, no lo encontró en el sitio en el que lo vimos nosotros cuando nos dio el otro poema la otra vez. A nuestras manos llegó escrito en la parte de atrás de un folio de publicidad con boli de dos colores porque uno se le había quedado sin tinta y lo terminó con otro. Intentamos por todos los medios colgarlo así, pero al escanearlo no se veía bien. Por eso lo hemos pasado a ordenador que se entiende más claro.
Estamos preparando una entrevista para que nuestro profe se la de un día que vaya a Córdoba y la recoja después con las respuestas de Eugenio Peligros. Queremos escribir al periódico “Córdoba” para que publique a este hombre que nos gusta tanto, como sus poemas. Seguiremos en contacto.
Abrazo fuerte de vuestros compañeros del IES Cecilio Jiménez de El Viso de Córdoba. Hasta la próxima.
domingo, 17 de febrero de 2008
EUGENIO PELIGROS. POETA E INDIGENTE
EUGENIO PELIGROS. POETA E INDIGENTE
Hace unas semanas los alumnos de 4º de Diversificación, al que jocosamente llamamos “CUARTO DIVER”, me acompañan a una lectura poética muy especial en plena calle, sin mesa, sin sillas, sin micrófonos y sin oradores. El poeta era un indigente sin techo que vivía en la calle y dormía en los cajeros automáticos y las paradas de autobús, que escribía sus versos en las amarillentas páginas de los periódicos que la gente tiraba a las papeleras o los papeles de envolver el pascado del mercado con lápices minúsculos que, de tanto sacarles punta una y otra vez, habían sido desechados por sus anteriores dueños.
Era indigente porque quería, porque consideraba que era el estado natural del ser humano: la necesidad de cubrir necesidades primarias que ponga tierra de por medio respecto a las necesidades superfluas que envilecen al hombre. Es para él, por tanto, el verdadero estado de pureza. Nos causó tal impresión y nos conmovió tanto no sólo su poesía, que no se parecía a nada de lo que hubiésemos leído antes, sino la personalidad del que quizás sea el ser más valiente que hemos conocido, que le prometimos que en la medida de nuestras posibilidades difundiríamos su obra. Y como muestra: un botón. Ahí va un magnífico poema que nos recitó aquel día. ¡Ah! Se me olvidaba comentaros que no se deja fotografiar, así que le hicimos un dibujo.
Una hora dándole vueltas
a lo mismo. ¡Qué pesadez!
Si un día el hombre quiere
Si un día el hombre quiere
Te quiero todas las noches
Cambiar élites por hélices
Cambiar élites por hélices
Te cambio una boca por un pecho
Andar sobre los pletines
Y no pisar la calle
Andar sobre los pletines
Y no pisar la calle
Me gustas cuando andas y te vigilo de espaldas
La noche que no nos rescate un techo tras los bares
La noche que no nos rescate un techo tras los bares
Los bares me distraen y llego tarde a verte
Las veces que aguantemos el hambre sin desprecio
Las veces que aguantemos el hambre sin desprecio
Desprecio a la gente que nos impide vernos
El siglo que suplamos imperios por océanos
El siglo que suplamos imperios por océanos
Estaremos juntos en todos los océanos
El año que entendamos
que la vida no se entiende
El año que entendamos
que la vida no se entiende
La vida se me pasa aspirando a tus abrazos
El mes que elijamos serpiente y no conciencia
El mes que elijamos serpiente y no conciencia
Elijo la serpiente que anestesia mi conciencia
La hora en que se abolan las herencias
sin miedo ni complejos
La hora en que se abolan las herencias
sin miedo ni complejos
Las horas pasan lentas. Ya voy.Tú me esperas
El momento que nos sobre con pellejo,
Agua, un mendrugo y huesos
El momento que nos sobre con pellejo,
Agua, un mendrugo y huesos
Loco por ti hasta los huesos
Estaremos más serenos
porque habremos muerto
Estaremos más serenos
porque habremos muerto
Se cierra la puerta. Todo detrás.
Tú estás allí
¿O no? Yo que sé…
Tú estás allí
¿O no? Yo que sé…
No estoy muerto

jueves, 7 de febrero de 2008
SONATINA
Hola, compañeros del IES Valle del Andarax de Canjáyar en Almería. Como vimos que vosotros habíais hecho un precioso poema visual con un poema de Pedro Salinas, nosotros nos animamos e huicimos lo mismo con un poema de Rubén Darío, que es un poeta que nos ha encantado. Concretamente la Sonatina.



En las imágenes no se ve muy bien, por eso es mejor que para entender el poema visual que hemos hecho se tenga delante el poema de Rubén Darío para leerlo al mismo tiempo que se ve el mural y así comprenderlo mejor Estamos encantados de contactar con vosotros y nos gustaría poder seguir haciéndolo en cursos siguientes. Un abrazo, poetas.
martes, 5 de febrero de 2008
¡Hola, compañeros poetas!
Somos los alumnos del IES Cecilio Jiménez de El Viso de Córdoba otra vez. Queremos publicar nuestros poemas en vuestro sitio, pero hasta ahora no hemos podido. Lo vamos a hacer a partir de ahora. Esperamos que os gusten. Tenéis que saber que estamos empezando y que nunca habíamos escrito poemas, por eso tenéis que ser comprensivos. También hemos hecho un poema visual como vosotros de La Sonatina de Rubén Darío, que os mandaremos ya mismo. Además conocimos a Eugenio Peligros, un poeta indigente que anda por Córdoba y que regala poemas por algo de comer. También lo enviaremos. Nos parece genial lo que estáis haciendo y el poema visual que habéis hecho nos ha gustado mucho. Esperamos que sigáis así. Un saludo afectuoso. Seguiremos en contacto.
Somos los alumnos del IES Cecilio Jiménez de El Viso de Córdoba otra vez. Queremos publicar nuestros poemas en vuestro sitio, pero hasta ahora no hemos podido. Lo vamos a hacer a partir de ahora. Esperamos que os gusten. Tenéis que saber que estamos empezando y que nunca habíamos escrito poemas, por eso tenéis que ser comprensivos. También hemos hecho un poema visual como vosotros de La Sonatina de Rubén Darío, que os mandaremos ya mismo. Además conocimos a Eugenio Peligros, un poeta indigente que anda por Córdoba y que regala poemas por algo de comer. También lo enviaremos. Nos parece genial lo que estáis haciendo y el poema visual que habéis hecho nos ha gustado mucho. Esperamos que sigáis así. Un saludo afectuoso. Seguiremos en contacto.
viernes, 1 de febrero de 2008
Bienvenidos a este Blog
¡Hola, compañeros!
Gracias por vuestra carta. Claro que podéis enviarnos vuestros textos. Este curso nos está gustando la Poesía más que nunca y queremos compartir este blog con vosotros. Os esperamos.
Gracias por vuestra carta. Claro que podéis enviarnos vuestros textos. Este curso nos está gustando la Poesía más que nunca y queremos compartir este blog con vosotros. Os esperamos.
miércoles, 30 de enero de 2008
Carta de los alumnos del IES Cecilio Jiménez
¿Qué tal, compañeros?
Somos los alumnos del IES Cecilio Jiménez de El Viso de Córdoba. Hemos visto vuestros poemas y nos han gustado mucho, por ello nos gustaría participar en vuestra iniciativa aportando nuestras propias creaciones. Actualmente estamos elaborando poemas al tiempo que aprendemos recursos retóricos y temas importantes de la poesía. Nos hemos dado cuenta a lo largo de este proyecto de que la poesía no es algo pasado de moda y que sólo interesa a unos cuantos, sino que la poesía está en todos nosotros y el mundo que nos rodea. Y además tiene muchas más caras de las que imaginábamos, que son actuales y que tienen mucho que ver con lo que vemos todos los días, como la música, los graffittis y la forma de hablar de la calle. Por eso nos han gustado vuestros poemas, porque algunos parecen graffitti de los que ves en las paredes de las ciudades.
Esperamos que nuestros contactos sean provechosos y que os guste lo que os enviamos. Recibid nuestro saludo hermano. ¡Adelante, poetas!
lunes, 21 de enero de 2008
LA FORMA DE QUERER TÚ

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensade quererte sólo yo.
Pedro Salinas (1891-1951)
LA DESCONOCIDA

En aquel tren, camino de Lisboa,
en el asiento contiguo, sin hablarte
-luego me arrepentí.
en Málaga, en un antro con luces
del color del crepúsculo, y los dos muy fumados,
y tú no me miraste.
De nuevo en aquel bar de Malasaña,
vestida de blanco, diosa de no sé
qué vicio o qué virtud.
En Sevilla, fascinado por tus ojos celestes
y tu melena negra, apoyada en la barra
de aquel sitio siniestro,
mirando fijamente -estarías bebida- el fondo de tu copa.
En Granada tus ojos eran grises
y me pediste fuego, y ya no te vi más,
y te estuve buscando.
O a la entrada del cine, en no sé dónde,
rodeada de gente que reía.
Y otra vez en Madrid, muy de noche,
cada cual esperando que pasase algún taxi
sin dirigirte incluso
ni una frase cortés, un inocente comentario...
En Córdoba, camino del hotel, cuando me preguntaste
por no sé qué lugar en yo no sé qué idioma,
y vi que te alejabas, y maldije la vida.
Innumerables veces, también,
en la imaginación, donde caminas
a veces junto a mí, sin saber qué decirnos.
Y sí, de pronto en algún bar
o llamando a mi puerta, confundida de piso,
apareces fugaz y cada vez distinta,
camino de tus mundos, donde yo no podré
tener memoria.
Felipe Benítez Reyes
CANCIÓN DE BRUJERÍA

Señor compañero, Señor de la noche,
haz que vuelva su rostro
quien no quiso mirarme.
Que sus ojos me busquen
sostenidos y azules
por detrás de la barra.
Que pregunte mi nombre
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.
Si prefiere quedarse,
haz que todos se vayan
y este bar se despueble
para dejarnos solos
con la canción más lenta
Si decide marcharse
que la luna disponga
su luz en nuestro beso
y que las calles sepan
también dejarnos solos
Señor compañero, Señor de la noche,
haz que no cante el gallo
sobre los edificios,
que se retrase el día
y que duren tus sombras
el tiempo necesario.
El tiempo que ella tarde en decidirse
LUIS GARCÍA MONTERO
Una idea creativa
Comenzamos este Blog como una nueva experiencia de lectura y creación literaria. Los alumnos del I.E.S Valle del Andarax hemos creado unos poemas visuales y como nos han gustado mucho a nuestra profesora se le ha ocurrido publicarlos para que todo el mundo pueda disfrutarlos. Lo mejor para poder entenderlos es tener al lado el poema original. Esperamos que os gusten
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